LA INSTITUCIÓN

La gastronomía se ha convertido en todo un espectáculo, y hubo mucho de eso en la cita organizada por Diario IDEAL en la Institución Ferial de Jaén. El público asistente disfrutó con el discurrir del concurso. Los jóvenes cocineros guardaban en su manga talento, conocimiento y la ilusión de hacer el plato perfecto que enamorara los paladares de los miembros del jurado. Minutos antes de arrancar el concurso los tres equipos (cada finalista contó con el apoyo de un ayudante) no podían esconder su inquietud, pues todavía no sabían cómo sería el reto al que se verían sumidos durante la próxima hora y media. El día de antes habían realizado una compra en el supermercado patrocinador para adquirir una cesta compuesta por productos genéricos de todo tipo, pensando en lo qué podrían necesitar para la prueba final. Pero no fue hasta ayer, justo antes de comenzar esta última prueba, cuando los concursantes conocieron cual era el producto principal con el que tendrían que elaborar su plato.

¿Montaña o agua?

¿Montaña o agua? ¿Cordero segureño o trucha? Esas eran las propuestas entre las que tendrían que optar. Esas eran las materias primas que tenían que ser protagonistas en las tres propuestas finalistas. Los concursantes tuvieron que plantear a partir de ahí un plato elaborado con alguno de esos dos géneros, y con el resto de productos adquiridos el día de antes. Llegaba el momento de elegir entre uno de esos dos productos, pensar en la técnica culinaria más adecuada, en el argumento del plato que hilvanase el resto de productos, etcétera, con el objetivo de conseguir ese plato que emocionara a los miembros del jurado.

A partir de ahí, los cocineros se dedicaron a trabajar duro y sacar lo mejor de cada uno de ellos. Conforme pasaba el tiempo los platos iban ganando argumentos y sentido. Además de al jurado, los concursantes tuvieron que enfrentarse muy de cerca a la mirada curiosa del numeroso público que acudió a la cita. Fue una hora y media de tensión contenida; de exhibición de conocimiento y recursos. Era el momento de demostrar la cocina que había dentro de cada uno de los finalistas y mostrarla a todos los asistentes. El balance no pudo ser mas satisfactorio, pues fue más que notable el esfuerzo desplegado por los cocineros, que consiguieron crear un ambiente cargado de emoción entre los asistentes a la cita culinaria. La última palabra la tenía el jurado, que tenía que evaluar diferentes aspectos del proceso, y finalmente comprobar cómo funcionaba el plato en cuanto a sabor, equilibrio, etcétera.

El jurado lo integraron Juan Pablo Gámez, jefe de cocina de restaurante Los Sentidos (Linares); Pedro Sánchez, jefe de cocina de restaurante Casa Antonio (Jaén); Montserrat de la Torre, jefa de cocina de restaurante Cantina de la Estación (Úbeda); Ángeles Leiva, diputada de Juventud de la Diputación Provincial de Jaén; Rafael Fernández Romero, profesor de cocina de la Escuela de Hostelería Gambrinus; Ana María Gutiérrez, del blog Cocinando entre Olivos; y Salvador Blanco, responsable de Eventos de IDEAL.

Fuente: Ideal Jaén